Pisco: ciudad de animales abandonados en el terremoto, 2007

Tras hacer una campaña relámpago para conseguir alimento para animales y dinero para trasladarnos al lugar donde fue el epicentro del terremoto, ocurrido el 19 de agosto del 2007, llegamos a Pisco con la intención de hacer una inspección del estado en que se encontraban los animales luego del desastroso terremoto.

Llegamos a Pisco, la ciudad más afectada por esta tragedia, a las 10 de la mañana del domingo, tres días después del sismo que sacudió todo el Perú, pero en mayor intensidad al Sur. Al día siguiente del terremoto todos pudimos ver en la televisión  cómo quedaron estos lugares. Sin embargo, la televisión jamás podrá enseñarnos con exactitud lo que realmente sucede en el mundo. Hay que ver con los propios ojos para darse cuenta de la magnitud de las cosas. Escogimos Pisco por ser la ciudad más afectada y dañada por el terremoto. Pisco centro ya no existe. Ahora  es un cúmulo de derrumbes, tierra, escombros y devastación. Parece que hubiesen bombardeado la ciudad. Entre el caos, el desorden y la tristeza de un pueblo asolado por la desgracia, asoman caritas de desconcierto que son la de los animales, sobre todo la de los perros, que ahora lo han perdido todo también.  Muchos caminan asustados detrás de alguna persona que pudiera  ser su familia para que los proteja, pues han quedado traumatizados luego del terremoto. Otros esperan trepados en los escombros a que alguien de su familia regrese o quizás lo acompañan en su ataúd: los derrumbes.

Encontramos muchos casos de animales abandonados o a punto de serlo. Entre ellos está el caso de Nicole. Ella se encontraba sola en la casa cuando empezó el terremoto. Le cayeron adobes en la pata derecha y se la fracturó. Debido al gran temor que debió  haber sufrido se tornó muy agresiva. Cuando los dueños llegaron a su casa lo único que quedaba en pie era una habitación y Nicole yacía en un rincón de la misma sin querer salir de ahí. Los ojos se le infectaron debido a la gran cantidad de polvo y tierra que le cayó debido a los derrumbes. Los dueños de la casa evacuaron a Lima con sus pertenencias, pero a Nicole no podían llevársela con ellos. A parte de eso era una perrita agresiva que no permitía que nadie la toque. No era humano dejarla abandonada a su suerte ahí. Alguien de la familia, llorando, prefirió que Nicole descansara a tener una muerte lenta en un rincón de esa casa derrumbada.

Otro caso digno de contarse es el de Osito, un shitzu viejito y ciego que encontramos caminando por una calle rumbo hacia una mujer que estaba sentada  delante de su casa totalmente derrumbada. El padre de ella vivía con Osito. Cuando sucedió el terremoto a su padre se le cayó la casa encima matándolo. Pensaron que Osito también había corrido la misma suerte, sin embargo, luego de unos días, encontraron a Osito caminando entre los escombros de la casa. La hija del fallecido quería Osito se fuera con su padre, ya que ella no podía llevárselo. Osito ahora está de nuevo con quien lo cuidó durante toda su vida, pero en un lugar mejor que este mundo.

En contraste con estas dos historias podemos decir que el caso de Pisca, como le pusieron los rescatistas, es merecedor de contarse también. Una noche los rescatistas fueron a tratar de sacar cuerpos debajo de los derrumbes. Carol Chaman, rescatista mexicana, intentaba con sus manos buscar entre las piedras y adobes cuerpos bajo los escombros, sin éxito. En ese instante llega una cosita peluda, pequeña y juguetona a rascar con sus manitas entre las piedras también. Carol intentó disuadirla pero no pudo, Pisca seguía en su afán de sacar algo de debajo de las piedras. Tanto fue su intento que los rescatistas también buscaron ahí y gracias a Pisca se encontraron cuatro cuerpos de personas muertas bajo los escombros. Pisca, sin haber sido entrenada jamás supo dónde buscar y tal vez sea debido a que ella vio cuando estas personas perecieron en el terremoto o simplemente su olfato y su instinto la guió. Ese instinto que tienen los animales que les sirve tanto para ayudar y que nosotros los humanos ya hemos perdido tras la «evolución». Ahora Pisca ha sido adoptada por Carol y junto con ella seguramente rescatará a mucha gente, pues Pisca es una perrita rescatista de nacimiento.

Rescatista mexicana con Pisca y otro amiguito más.

A través de esta crónica deseamos dar a conocer que la situación de los animales en Pisco centro es alarmante. Casi todas las personas se han ido o están por irse. Muchos han ido a refugiarse en las casa de familiares en Lima o en otras provincias. No pueden llevarse con ellos a sus perros y gatos y optan por dejarlos en las casas, muchas veces en los techos o amarrados para que no los sigan.  La mayoría de ellos está sana, sin embargo no tienen comida ni agua, dentro de poco enfermarán, no solo por la mala calidad de vida que están llevando sino también por el frío tan intenso que hace en las noches y ellos no tienen donde refugiarse. El gobierno regional amenaza con darles «bocado» (es decir, envenenarlos con estricnina) ya que no desean que se propague una zoonosis. La muerte con estricnina es una muerte cruel y dolorosa, pero barata que es lo que a los gobiernos les importa más.  

Queremos aclarar que el problema de los animales en el Sur no es su salud, no descartamos que existan animales enfermos pero siempre los ha habido como es natural en cualquier cuidad del Perú. El problema en general y el más grave ahora es que están siendo abandonados por centenares y las personas a quienes ellos consideraron su familia no van a regresar por ellos nunca más. Dejarles alimento un día no soluciona su situación. En estos lugares no hay quien se encargue de su bienestar ya que ahora la principal preocupación de las personas es ellas mismas y no los animales.

Contar la realidad de las cosas es ser honestos. La solución es evacuarlos, hacer una evaluación de quien tiene posibilidades de adopción. Y no olvidemos que en Lima no hay albergues con capacidad tan grande, ni hogares temporales disponibles para tantos animales adultos y que las buenas adopciones son casi nulas. Entonces se debe optar por el bienestar de esos animales que nadie quiere. Es importante comprender que no está en nuestras manos darles hogar a todos, pero sí es el obligación de todo protector de animales hacer que ellos no sigan sufriendo más. La situación en Pisco es desoladora. La gente al menos puede irse, pero los perros y gatos, no. Muchos han sido olvidados y abandonados. 

Esta imagen fue y sigue siendo muy dolorosa. Un perro bajo pedazos de concreto. Y no sabemos cuántos animales y personas había debajo aún de todo lo que se derrumbó en Pisco Centro.

Otra acción importante a tomar es dejar alimento a las personas que no van a abandonar a sus animales, ya que no tienen ni para ellos mismos debido a la escasez de alimento y agua pues las donaciones nacionales e internacionales (que son miles) no llegan a donde deben llegar. Luego de que este terrible problema se solucione y la vida de los pobladores se normalice un poco se puede ir a vacunar y a esterilizar a perros y gatos que se hayan quedado con su familia o al cuidado de alguna persona. Un animal abandonado en tremendas circunstancias sufrirá demasiado. El Sur es un caos ahora. 

A través de nuestro paso por Pisco pudimos desparasitar y curar de sarna a varios animalitos y dejarles comida.

Queremos agradecer a:

  • Capitán Rojas del Ejercito Peruano quien permitió nuestro paso a la Plaza de Armas de Pisco ya que el peligro en las inmediaciones es alarmante sobre todo en las noches debido a los robos y saqueos.
  • Carol Chamán, rescatista mexicana, quien adoptó a Pisca.
  • Nicolas e Ivan, voluntarios rescatistas, quienes nos prestaron una carpa.
  • Roberto Rojas, bombero de la Cía de Chosica, quien tramito préstamo de otra carpa.
  • Bomberos sin Fronteras, quienes nos informaron del estado de varios animales y donaron driza.
  • Y a Reniec.

En una segunda visita al lugar, luego de unos días, con otros grupos de protección a los animales y acompañados del veterinario Mirko Castro de VSV, encontramos que la situación era igual, pero había un poco más de orden y control por parte de las autoridades. Ayudamos a los que pudimos con comida balanceada (donada por muchas personas preocupadas por el bienestar de los animales) y asistimos a los que lo requerían. Luego de unos días pudimos ir también a Huancavelica donde la situación no es tan caótica, pero también necesitan ayuda. Todo esto pudimos lograrlo gracias a las personas que donaron alimento y medicinas.

Asistencia en terremoto. Pisco 2007

Agradecemos a los grupos de protección animal: Animazul y APDA con quienes trabajamos en conjunto para ayudar a todos estos animales.

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