Asistencia en Cementerios En Ángel y Presbítero Maestro 2005-2006
Hay muchos perros que deambulan por las calles de Lima abandonados por sus crueles «familias»; expuestos a maltratos, enfermedades y a la indiferencia de muchas personas insensibles al dolor de un ser que aparentemente es diferente a nosotros, pero que siente y sufre, sin poder expresarse con palabras. Sin embargo, dentro de toda esta terrible realidad, descubrimos que muchas veces las personas más humildes son las que dan lecciones de responsabilidad a otras que seguro tienen más educación y una vida sin privaciones, pero sin ninguna clase de sensibilidad.
En el año 2005 caminando por las calles de Barrios Altos (Lima) descubrimos que en los cementerios El Ángel y Presbítero Maestro viven muchos perros que han llegado a estos lugares buscando donde guarecerse del frío o del calor, buscando alimento, pero sobre todo, buscando a alguien que les dé protección y cariño. Los trabajadores y guardianes de los dos cementerios acogieron a estos perritos y los cuidaron a cambio de apoyo y compañía por las noches en aquellos desolados y tétricos pasillos de los camposantos, donde a parte de encontrarse, a veces, con almas «en pena», también se encuentran con los «amigos de lo ajeno» quienes desean llevarse aquel valioso mármol de las lápidas o de las hermosas esculturas que hay allí. Por ejemplo, Carachita fue una superheroína, muchas veces atrapó a ladrones y recuperó costosas lápidas. Ella fue el orgullo de muchos guardianes por lo que ellos nos cuentan sus grandes hazañas.
Cuando llegamos a estos camposantos, a principios de mayo del 2005, encontramos a muchos enfermos de sarna, con parásitos externos e internos, con tumores, muchas perras con crías y preñadas y, por supuesto, sin esterilizar. A muchos les dimos tratamiento contra todas esas enfermedades y otros desgraciadamente tuvieron que partir al Cielo (que sí existe para ellos) por el mal estado en que se encontraban debido al avance de enfermedades y mantenerlos con vida hubiese sido cruel, ya que tan solo prolongaría su sufrimiento, como el caso de Negro, que tenía Distemper avanzada y a la vez tumores por todo su cuerpecito. Ahora es un ángel y nos queda el consuelo de que no sufrirá más.
Vacunamos y esterilizamos a muchas perritas/os, gatas/os y lo seguimos haciendo; poco a poco, dentro de nuestras posibilidades, a los que van llegando y esperamos que no quede ni uno solo sin esterilizar.
Por ejemplo, nos contaron que Mamita llegó preñada y que tuvo 3 camadas en el cementerio El Ángel y que sus crías fueron regaladas a los visitantes del lugar, (esperamos que no hayan caído en malas manos); fue una de las primeras en ser esterilizada y «regresó» a la infancia…Es decir, se volvió como una cachorrita porque realmente actúa como tal y es feliz porque ahora no tiene ninguna preocupación de alimentar a sus cachorros y de pensar en cual será su futuro. Ellas son madres ejemplares y aman mucho a sus crías, pero debido a la inseguridad y falta de buenos hogares, lo mejor es esterilizarlas.
Nos fuimos habituando con Hulk, Carachita, Chiquita, Blanca, Renzo, Chispas, Mamita, Cuta, Negra, Lalo, Chatita, Aly, Thalia, los gatitos, entre otros muchos más. Agradecemos a los guardianes y trabajadores de los cementerios, como a Jonhy, Homero, Torito, Eli, el Sr. Marín, Lucho, etc, quienes se han hecho cargo de los animales abandonados, así como han prestado su ayuda para curarlos y cuidarlos en el post operatorio de las esterilizaciones. Cabe resaltar el gran apoyo del señor Pablo Ventura, de la Beneficencia de Lima.
Afortunadamente y gracias a la colaboración de las personas que compraron llaveritos u otros artículos, y a Zaida Gamarra, Giuliana Farina, a los veterinarios Mirko Castro y sus colegas de VSV y a Eduardo Silvera, hemos podido mantener sin enfermedades y esterilizar a muchos de los canes y también gatitos, así como vacunarlos, comprar medicamentos y alimento balanceado para ellos.
Pero, sobre todo, en esta labor hemos educado a muchas personas que antes no tenían ni idea de lo bueno que es la esterilización o que pensaban que un animal enfermo se cura solo. Todo eso es la recompensa a nuestro trabajo y lo hacemos con mucho gusto por los animales.
Sabemos que el Cementerio no es el mejor lugar para los canes ni para ningún animal, sin embargo, los trabajadores de estos camposantos los alimentan y cuidan dentro de sus posibilidades; convirtiendo estos lugares en sus hogares. Además, ya que los vivos no han querido aceptar la invaluable compañía de un perro, los muertos lo han apreciado y sabido valorar acogiéndolo entre ellos. Tal vez los animales abandonados estén más seguros con los muertos que con los vivos.
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Asistencia en cementerios El Ángel y Presbítero Maestro 2005-2006
Todos ellos ya están en el Paraíso de los animales pues solo vinieron a este planeta a darnos lecciones de lealtad y de amor. Justo lo que este mundo necesita tanto, pero el ser humano no lo entiende todavía.
No olvides que para poder realizar este tipo de campañas y educación debemos recaudar fondos. Si deseas colaborar entra a Arte Animalista y no solo ayudarás a los animales sino que te llevarás a casa un bonito producto.
ALCO nace en el 2002 y fue creado para dar educación e información sobre el trato hacia los animales. La educación es la solución.