Copita, una gatita feliz
Copita fue encontrada en un parque en las calles de Sevilla. Estaba coja debido a un atropello antiguo y la fractura había soldado sola. Imagínense el dolor que habrá sufrido esta gatita completamente abandonada por la humanidad. Kike vivía muy cerca a ese parque y un día la vio y le dio tanta pena verla cojear que decidió llevarla a casa. Preocupado por ella, le dio de comer y beber sobre todo porque era verano y el calor le habría producido mucha sed. No se sabía cuánto tiempo habría estado este animalito sin probar esos alimentos. Era muy joven y al parecer no había tenido crías; felizmente porque sino también estarían en las mismas o peores condiciones que Copita.
Kike pudo llevarla a casa debido a que sus padres estaban de viaje en la playa, pero conforme iban pasando los días no sabía qué hacer con la hermosa gatita. Al verla jugar muy graciosa e inocente con un ovillo de lana, al verla feliz tomando el sol en el balcón, al verla que había aprendido tan pronto a hacer sus «bollitos» en la arena especial para gatos, al verla que ya entendía su nombre, se fue enamorando de Copita y el corazón se le partía al pensar que tal vez, tendría que darla en adopción; sin embargo se resistía. Algunos amigos de Kike le aconsejaron que la llevase a un albergue para gatos en su ciudad, pero Kike solo respondía melancólicamente: «Ya se verá…».
Para cuando llegaron sus padres él ya les había contado por teléfono emocionado la historia de la gatita. Su madre que era muy complaciente con Kike, aceptó a Copita en la casa y al ver que era un amor de gata le encanto, así que Copita se acurrucaba junto a ella en el salón a ver la televisión. Y su padre a quién le gustaban los animales también se encariñó con la pequeña bolita de nieve. Pasados unos días Copita se restableció más y se olvidó de su triste vida pasada. Se acostumbró a la casa y a sus nuevos familiares. Y un buen día Kike la llevó en una canastita para gatos a la veterinaria para que la vacunen y esterilicen, como debe ser para evitar enfermedades y sufrimiento de otros animales.
Así termina esta historia, con un final feliz. Debería ser así siempre, ¿no es así? A la fecha Copita sigue viviendo con Kike y tiene más hermanitos. Por supuesto, fue bautizada como Copita por lo blanco del pelaje, además tiene un ojo verde y el otro azul y todas las noches la sacan a pasear por los jardines para que juegue con sus amiguitos, otros gatitos lindos.
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Simplemente una hoja de árbol.
Me alegra mucho la vida de este gatito haz sido bendecido, bendiciones para sus amos.
olas yo desde pequeño me an encantado los gato siempre me llevaba uno gato ami casa y tenia una cantida de gatos lindos en mi casa pero siempre los vecinos malisiosos le daban de comer con veneno y denuncie pero no hicieron nada las autoidades pero ese neko (gato) esta mi chevre me hiso recordar ami primer gato que tenia antes
que bueno que existan personas que aman a los animales yo tambien paso por una situacion igual ayer encontre en la puerta de mi casa a una gatita de mas o menos mes y medio, la pobre asustada y temblando alguien sin corazon la voto y estaba expuesta a que el carro la atropelle o un perro mas grande le pueda hacer daño. hoy ya esta mas tranquila y comiendo, pero tengo una gata loca que de celos quiere pegarle asi que la estoy cuidando hasta encontrar alguien que la quiera y la cuide. si alguien sabe pasen la voz.
gracias
me da mucho,pero mucho gusto ,leer historias como esta, y me devuelve la esperanza de que aun a algunos no nos sea indeferente el sufrimiento de estos pequeños seres.
Mil bendiciones para Kike k bueno k aun haiga gente buena como el con sentimientos y no sea indiferente ante el dolor de un animal indefenso, k linda gatita me alegro mucho k ahora tenga un lugar muy calientito donde dormir.
que bonitaaaaa la gatita y me parece muy bondadoso de tu parte ayudarla (:
Pero ahora Copitar tiene una amiga tricolor…mejor dichor, hermanitar.