La crueldad no se regula, SE PROHÍBE

El espectáculo “taurino” o el “gallistico” no es solo lo que sucede a la vista del público, el espectáculo también es lo que sucede antes y después del mismo. Por lo tanto, así sea “regulado”, con la intención de que al toro o al gallo no se le cause sufrimiento y muerte ante el público, el sufrimiento causado al animal no sería eliminado por completo, ya que todo lo que conllevan estos espectáculos significa sufrimiento para los animales.

Por ejemplo, que los aficionados a estos espectáculos de violencia y crueldad, no utilicen banderillas o puyas en las corridas de toros o que los gallos no sean atados a navajas para pelear, solo ahorraría sufrimiento a los animales, pero no toda la tortura y tampoco la muerte. Explicamos más abajo porqué no y lo que sucede en cada uno de esos espectáculos, antes, durante y después.

CORRIDAS DE TOROS

Antes de lo que sucede en el coso o plaza, los toros han pasado por diferentes torturas como:

TIENTAS. Es la costumbre o práctica de tentar a becerras de 2 años para saber si son “bravas” o mansas. Los aficionados a la tauromaquia creen que si las becerras demuestran ser bravas y resistentes al dolor en dichas prácticas, tendrán hijos como ellas, es decir toros “bravos” que nacerán para más tarde ser torturados en las corridas de toros. Y si las becerras no son “bravas” ni resistentes a esa tortura, serán enviadas al camal. Las tientas también pueden ser con toros pero sin “picarlos”, solo banderillearlos porque los ganaderos y aficionados creen que luego estos animales recordarán al picador en la arena. Las tientas normalmente consisten en “torear” y “picar” como sucede en el primer Tercio de las corridas de toros o en el Tercio de varas; es decir, la parte del llamado “picador” subido en un caballo (animal también víctima de esta costumbre, que siente miedo, sufrimiento y sufre maltrato) barrenando con un arpón al toro.

En el Perú, y en los países donde existen estos sangrientos espectáculos, hay los llamados “tentaderos” en las ganaderías de “toros de lidia” a donde van toreros a adiestrarse en el “arte” de torturar animales. Las tientas son parte de las corridas de toros. Si las corridas de toros se abolieran en el Perú o en donde son legales, las tientas desaparecerían, puesto que: 1º no tendrían razón de ser y 2º serían ilegales también.

Becerra arponeada y torturada. El caballo también expuesto a heridas, estrés y muerte.

RECORTE O LIMA DE ASTAS. A los toros les liman los cuernos. Esto es vox populi entre los aficionados a las corridas de toros. Es muy común que gente del entorno de la administración del espectáculo limen los cuernos a los toros para que el torero tenga una “faena” más fácil. Esta acción es muy dolorosa, cruel y estresante para los toros. El “reglamento taurino” lo prohíbe, pero lo hacen. En el diario El País de España apareció un artículo titulado: “El ‘afeitado’, un traumatismo cruel”.((Joaquín Vidal. Diario El País. Madrid 11 DIC 1983. https://elpais.com/diario/1983/12/11/cultura/439945209_850215.html)) Ver video: Afeitado y recorte de cuernos.

Dolor, traumatismos y miedo significan para el toro el recorte o lima de sus astas. Esto forma parte del espectáculo pero que nadie ve.

TRASLADO. Los toros también sufren maltrato y mucho estrés al ser transportados desde la dehesa o granja (donde vivieron desde que nacieron hasta los 4 años, edad en que los toros “bravos” son lidiados) hasta la plaza llamada “de toros”, donde estos animales son torturados hasta la muerte. Muchas veces el traslado significa viajes largos e incluso trasladados de un país a otro. Para el traslado los toros son metidos en cajones cerrados y estrechos. El toro pasa horas sofocado y en la oscuridad, sin saber en dónde se encuentra, lejos de su manada y su dehesa. Esto le provoca ansiedad y miedo, ya que los toros son animales de costumbres y sociales. Si están solos se sienten vulnerables y eso los atemoriza. Cuando llegan a su destino son introducidos en los chiqueros de la plaza, lo que significa otro motivo más para tener miedo y estrés, ya que son manejados para que entren a ese lugar que no conocen. Ver video: Traslado.

Encerrados en cajones estrechos y asfixiantes para ser trasladados de las granjas o dehesas hacia las plazas de toros.

DIVISA. Son las cintas de uno o más colores que, sujetas a un arpón, se clavan a los Toros en el morrillo momentos antes de salir a la plaza”. La divisa la usan los aficionados para dar a conocer de qué ganadería es el toro. El uso y medidas de esa arma es señalado en el reglamento taurino:

Artículo 199°.- Será un arponcillo de hierro con un peso de 10 a 12 gramos, con una longitud de 88 mm., terminado en doble arpón, cuya distancia máxima entre sus aspas es de 8 mm. Aproximadamente en su parte media; a 4 cm de distancia a contar desde la punta, presentará un orificio por el que pasarán unas cintas de seda combinadas según los colores adoptados por el ganadero y aseguradas en forma de lazo y cosidas para mayor sujeción”.

La divisa tiene que ser clavada en el toro como si fuese un dardo. A veces el toro se mueve y se han visto toros con divisas en la cara muy cerca de los ojos.

La forma de clavarles en el cuerpo ese arpón es como si fuese un “dardo”. Existen videos en Internet de cómo lo clavan provocándole al animal aún más estrés y dolor del que ya pasó con el traslado a la plaza y con el recorte o lima de sus cuernos. Ver video: Clavando la divisa al toro.

La divisa forma parte del espectáculo pero casi pasa desapercibida. Sin embargo, es tortura y crueldad también.
La divisa le cayó en el ojo al toro. La divisa es un arma como las banderillas.

CORRIDAS “INCRUENTAS

Actualmente son 4 los países que tienen corridas de toros, “reguladas” para que el animal «no sufra» maltrato o muerte en público. Es decir, son las llamadas corridas “incruentas o sin sangre”: Portugal, Francia, (Quito) Ecuador y (California) Estados Unidos.

En estas ciudades y países no ocurre la muerte del animal en la arena, sino fuera de esta y lejos del público, pero así no se dé en la arena ni a la vista de la gente, el animal queda herido y maltratado por el traslado, la lima de cuernos, luego los puyazos y banderillas. La muerte, elemento que espanta a la mayoría de personas, es solo una parte de lo que ocurre en las corridas de toros, pero no es todo, pues el espectáculo ha sido organizado, pensado, planificado y creado para torturar y humillar a seres que sienten dolor como los toros y los caballos. Estas corridas “incruentas” son realmente cruentas y son un engaño tanto al público que piensa que no existe crueldad como a las autoridades quienes autorizan este tipo de eventos con la creencia de que son incruentos.

Corridas “incruentas” en Portugal.

Los mismos organizadores de estos estilos “incruentos”, en el caso de las corridas de toros, son los mismos empresarios que organizan corridas de toros a la española en otras ciudades o países donde son legales. Algunos de ellos, ante el mayoritario deseo de la ciudadanía de abolir estos espectáculos, decidieron vender una imagen “diferente” de este espectáculo para mantener su diversión (costumbre), el ingreso de dinero e intentar “lavar” la imagen de crueldad que tienen.

Luego de la corrida las banderillas le son arrancadas y el toro muere desangrado por las heridas ocasionadas esas armas.
Las mal llamadas corridas incruentas, son tan cruentas como cualquier corrida de toros.

PELEAS DE GALLOS

Al igual que en las corridas de toros en las peleas de gallos también existe “un antes y un después” de lo que es el espectáculo mostrado al público. Los gallos son entrenados y mutilados para que puedan ser usados en las peleas; peleas en las que corren apuestas. Estas apuestas son lo que realmente mueven el espectáculo, pues las ganancias de dinero son grandes.

EL CORDEL. Los aficionados a las peleas de gallos que crían estas aves para hacerlas pelear, los preparan y entrenan para que cuando sean soltados en el “ring” ataquen a su “adversario”. Esto, contrariamente a lo que alegan los aficionados a las peleas, no es natural en los gallos, puesto que al intervenir y no solo en el ruedo, la mano del hombre para que el gallo ataque, sea más agresivo y con más resistencia para soportar la agresión de su adversario, lo natural se pierde y la justificación de los galleros de que los gallos pelean por naturaleza queda sin sustento. Este entrenamiento tiene varias etapas. Por ejemplo, una de estas consiste en amarrar a los gallos a un cordel para hagan una suerte de malabarismos al intentar no caerse del mismo. Este “ejercicio”, que en realidad es una tortura, hace que las patas de las aves desarrollen más musculatura. Ver video: Tortura en el cordel.

Tortura en el cordel.

LA “MONA”. Otra de las etapas del entrenamiento es hacerlos pelear con lo que los galleros llaman “mona, chata o topetón”, que puede ser un muñeco con la forma y colores llamativos de un gallo y/o un gallo “sparring”, que es utilizado solo para ser perseguido y herido por el gallo al que están entrenando. Al gallo «sparring» le cortan las espuelas y le amarran el pico para que no pueda defenderse ni herir al gallo en entrenamiento. Los gallos «sparring» mueren siempre en los entrenamientos debido a las heridas. Cuando el gallo en entrenamiento no es agresivo y no pelea, le pegan en el cuerpo con la “mona” que, como ya se dijo, puede ser un muñeco parecido en forma y colores a un gallo u otro gallo. El gallo en entrenamiento es golpeado con la mona para que asocie aquellos golpes a un gallo y ataque cuando vea a un animal parecido a la mona. Ese comportamiento sí es natural, ya que si se golpea a un animal con una cosa u otro animal, aquél culpará a esa cosa (o animal) de los golpes recibidos y si vuelve a ver o a reconocer alguna cosa o animal parecido por sus colores y forma, lo atacará para defenderse de los golpes que él piensa que volverá a recibir por parte de esa cosa o animal. Por eso en el ring de la muerte, antes de la pelea los gallos son “presentados”, es decir, se tienen que ver y “reconocer” entre sí para así asociar a su “contrincante” con los golpes recibidos en el entrenamiento y atacarlo. Ver video: Cómo entrenar a un gallo con mona.

ESTEROIDES Y ANABÓLICOS. A los gallos, además, les aplican esteroides anabólicos para que crezcan más rápido, tengan más peso y resistan las peleas. El esteroide más usado es “Undecilenato de boldenona”. En un blog de «gallística», señalan sus propiedades: “En las peleas de gallos finos muchos galleros y criadores, usan esteroides para que el gallo tenga un mejor rendimiento”.((ESTEROIDES PARA GALLOS DE PELEA FINOShttps://presumiendoamigallo.blogspot.com/2014/07/el-undecilenato-de-boldenona.html)) Entonces el crecimiento del gallo “de pelea” tampoco es natural.

MUTILACIONES. Los gallos usados para peleas son “descrestados”, esto significa que les cortan las crestas, barbas y mejillas. El procedimiento que los galleros usan y que lo explican en muchos “tutoriales” en videos o blogs de internet, es usando tijeras o cuchillas y cortar, sin anestesia ni medicamento alguno en el gallo previamente, al ras estas partes del animal, mutilándolo así. Luego, es colocado en su jaula para que cicatricen las heridas causadas. Muchas veces los gallos mueren debido a las infecciones o sobreviven para ser usados en peleas. Ver video: Tutorial de cómo mutilar a un gallo.

Como vemos, el entrenamiento, preparación y mutilación de los gallos para que peleen también son partes fundamentales del espectáculo. De regularse para que a los gallos no les pongan navajas o éstas sean menos dañinas, igual se mantendrían las prácticas arriba mencionadas que son para los galleros importantes para que sus gallos ganen las peleas y por consiguiente ellos ganen el dinero de las apuestas. Entonces:

—Seguirían siendo espectáculos cruentos y violentos, contradictorios a la ley de protección animal Nº 30407.

El espectáculo en sí mismo, el de hacer pelear a los animales, es contradictorio a la dignidad del ser humano puesto que nos denigra como seres con raciocinio y libre albedrío.

La organización de peleas de animales se encuentran prohibidas por la ley de protección animal Nº 30407.

Es imposible regular una práctica que tiene como principio, fin y objetivos el uso de animales para peleas y apuestas de dinero en dichas peleas.

PELEAS DE TOROS

Las peleas de toros que se dan en Arequipa y que también fueron exceptuadas en la excepción en la ley tienen un reglamento, el que señala que los toros no deben sufrir maltratos ni crueldad en dichos espectáculos. Sin embargo el enfrentar a dos animales a pelear puede causar que estos animales salgan heridos. Además corren apuestas a costa de los toros. Por esto las peleas de animales están prohibidas por la ley de protección animal, pero las peleas de toros y gallos fueron exceptuadas injusta y contradictoriamente en la ley.

Foto enviada a nuestro correo en forma anónima. Este toro resultó herido en la pelea, a pesar de su reglamento “incruento”.

Los aficionados a estos espectáculos imponen su “derecho” a torturar animales

En el Perú, los aficionados a la tauromaquia o gallistica confunden el derecho a la cultura con el imaginario derecho de torturar animales. Sus mentes no evolucionan y siguen viviendo en la época del Circo romano en donde se llevaban a cabo peleas entre animales y humanos.

En un artículo de el diario El Comercio del 1º de abril del 2019, titulado: “Demanda de inconstitucionalidad contra la tauromaquia y las peleas de gallos”, a cerca de nuestra demanda por la abolición ante el Tribunal Constitucional, el ex presidente de ese organismo, Óscar Urviola, manifestaba, entre otras cosas, que la sociedad debe respetar el derecho de sus miembros” y rechazaba que pueda eliminarse la puya y la estocada, pues sería una “falta de respeto” a sus “derechos” que desnaturalizaría su diversión.

¿Existe un derecho a torturar animales por diversión? ¿El derecho a la cultura y a la libertad protege las costumbres de algunos grupos de personas de divertirse con el maltrato y la violencia contra los animales? ¿Ese supuesto derecho está por encima del derecho fundamental protegido por la Constitución, el de la dignidad y del derecho a vivir en un ambiente de paz y de tranquilidad? Por supuesto que en cualquier país civilizado la respuesta a todas estas preguntas es: NO puesto que la cultura ha evolucionado y científicamente está demostrado que los animales sienten y por lo tanto no deben ser maltratados, ni torturados ni tratados con crueldad por lo que cada vez se crea más legislación sobre ellos. Como dijo el genio Leonardo Da Vinci: «Llegará un día en que los hombres como yo, verán el asesinato de un animal como ahora ven el de un hombre”.

Por su parte, los gallicidas tampoco querrían acatar una regulación. En Redes Sociales se ve su rechazo a la misma.

CONCLUSIÓN

Una regulación no evitaría, como ya se ha demostrado, el sufrimiento y violencia contra los gallos, toros y caballos. Además, sería imposible para los defensores de animales y/o autoridades vigilar plazas, cosos, galpones y coliseos para detectar posibles incumplimientos de la ley. Entonces, SOLICITEMOS LA ABOLICIÓN TOTAL de estos espectáculos.

¡FUERZA TOROS!

SÍGUENOS

Opina