La tortura no es Arte ni Cultura. Es sadismo y crueldad

EN EL PERÚ LA TAUROMAFIA TUVO FUERTES GOLPES

Luego de que la tauromafia tuviera un fuerte golpe el sábado 24 de abril, en la plaza de torturas “La esperanza”, ubicada en Lurín, Lima, cuando, a punto de comenzar el espectáculo de sadismo y crueldad, para el que vendieron entradas a través de la página «Atrápalo» (a 70 Soles), y el Ministerio del Interior les suspendió el sangriento evento debido a nuestra denuncia, ha tenido otros golpes parecidos por insistir en ser artes escénicas. Aquel 24 de abril sería solo el comienzo y fue un balde de agua fría para la mafia, ya que era el primer espectáculo que hacían, luego de más de un año de restricciones por la pandemia, y significaba para ellos el comienzo de la reactivación de las corridas de toros en nuestro país. Es decir, comenzarían a realizarlas sin ningún reparo, pues para ellos es más importante reunirse en cosos sangrientos para divertirse con la tortura y muerte de animales que los contagios, muertes y el momento tan crítico por el que el Perú sigue pasando.

NO NOS QUEDAMOS CON LOS BRAZOS CRUZADOS

No nos íbamos a quedar con los brazos cruzados al saber las artimañas de la tauromafia. El 23 de abril hicimos la denuncia a las autoridades correspondientes y aquella corrida de toros que significaba la reactivación de dichos espectáculos, donde un matador y torturador de animales llamado Joaquín Galdós torturaría hasta la muerte a cuatro toros y donde la gente se juntaría con el peligro de contagio y más muertes, fue suspendida, faltando pocas horas para que comience, por el Ministerio del Interior y la Policía. El espectáculo incultural fue suspendido debido a que no está catalogado como artes escénicas. Mientras las autoridades no den permiso expreso a los espectáculos de tortura de animales su «reactivación» es ilegal.

Nuestra carta denunciando el ilegal espectáculo.

Ministerio de Cultura: las corridas de toros no son de su competencia.

La tauromafia se rasga las vestiduras.

CREYERON QUE SE IBAN A SALIR CON LA SUYA AL AUTO DENOMINARSE «ARTES ESCÉNICAS»

La tauromafia cree que tiene la potestad de incluir por su cuenta a su salvaje tradición en la categoría de artes escénicas y bajo esa seudo denominación creyeron que se iban a salir con la suya, ya que el Decreto Supremo N° 076-2021-PCM del 16 de abril, permite realizar, entre otras actividades en espacios abiertos, artes escénicas con el 20% de aforo. La tauromafia se auto incluyó en esa categoría para justificar su diversión con la tortura de animales, a pesar de que en ese momento Lima se consideraba como una ciudad en “alerta extrema”. Sin embargo, el mismo decreto dice: “No está permitido: reuniones en espacios abiertos y cerrados, eventos masivos, carnavales, fiestas costumbristas”. Por lo tanto, ese espectáculo, que no corresponde a las artes escénicas, así sea reunión de personas en un espacio abierto, está prohibido y los organizadores intentaron vulnerar las normas vigentes y atentar contra la salud pública, usando una norma, que intenta prevenir contagios por la pandemia, conforme a su conveniencia para llevar a cabo su cruento y violento espectáculo.

CARIDAD A TRAVÉS DE LA MUERTE Y TORTURA DE SERES VIVOS NO ES CARIDAD

El sangriento y violento espectáculos que la tauromafia intentó llevar a cabo, tenía como justificación la “caridad” a una casa de acogida de niñas maltratadas de Lurín. Pero ¿justificar un acto de tortura y muerte de animales con capacidad de sentir dolor para recaudar fondos para donar, es realmente caridad y compasión de otros? Realmente no, pues lo que se esconde detrás de esa “caridad” es simplemente la justificación del sadismo y la violencia ejercida a seres vivos por los que no sienten un mínimo de compasión. La tauromafia no desea hacer caridad, lo que quiere es justificar su espectáculo con esa caridad. Los responsables de la casa de acogida para aquellas niñas víctimas de la violencia deberían apartarlas de la misma, pues justamente aquellas niñas son refugiadas en aquella casa de acogida escapando de la VIOLENCIA. Los responsables de ellas no deberían permitir que se tome su nombre para llevar a cabo un espectáculo de ese tipo, porque la violencia es una sola y casi siempre es aplicada a seres indefensos como niños y animales. De otro lado, las entradas para aquel nefasto espectáculos fueron compradas en su totalidad, según la tauromafia, entonces suponemos que la “caridad” fue efectuada. ¿O quienes compraron las entradas reclamaron los 70 Soles de su entrada porque no les permitieron ver toros y caballos torturados?

NO SON CULTURA, MUCHO MENOS ARTES ESCÉNICAS

Siendo las corridas de toros espectáculos violentos, donde hay maltrato y muerte de animales, no pueden ser incluidas en la categoría de espectáculos culturales ni patrimonio de la nación y tampoco artes escénicas. El Ministerio de Cultura, único organismo para declararlas así, no lo ha hecho. Tampoco se encuentran en la Ley N° 30870, «Ley que establece los criterios de evaluación para obtener la calificación de espectáculos públicos culturales no deportivos» que dice:

Artículo 4.- Criterios de evaluación

La evaluación para obtener la calificación como espectáculo público cultural no deportivo que realiza el Ministerio de Cultura, debe considerar los siguientes criterios:

4.2 Mensaje y aporte al desarrollo cultural: Los espectáculos a ser calificados no deben promover mensajes en contra de valores superiores como la dignidad de las personas, la vida, la igualdad, la solidaridad o la paz. Tampoco deben incitar al odio o la violencia contra personas, animales y cualquier otro ser vivo, la intolerancia, ni afectar al medio ambiente. (…)»((Las negritas y subrayado es nuestro.)).

Además, el «Protocolo sanitario sectorial para la implementación de medidas de vigilancia, prevención y control frente al Covid-19 en las actividades de artes escénicas con público» del Ministerio de Cultura, define así las artes escénicas: «Se consideran aquellas actividades artísticas como el circo, teatro, música, improvisación, mimos, narración oral, payaso, clown, magia, performance, títere y otras variedades dentro de dichas disciplinas en sus distintas formas de expresión, en sus formatos presenciales». No considera a los espectáculos taurinos entre las actividades de artes escénicas, porque no lo son.

EL ARTE ES CREACIÓN Y NO DESTRUCCIÓN

El arte crea, a través de la representación, simulación o ficción, obras de música, pintura, teatro, danza, etcétera, las que engrandecen al ser humano. Las corridas de toros o las peleas de gallos son actos donde cualquier persona, con «técnicas» para torturar, destruye de verdad (y no como ficción) a seres vivos con capacidad de sufrir, y lo único que puede originar con esos actos es violencia, salvajismo, humillación y degradación; asimismo, destruye la bondad y la empatía que hay en el ser humano y lo vuelve cruel. Según el portal «Definición de» el arte es «el concepto que engloba todas las creaciones realizadas por el ser humano para expresar una visión sensible acerca del mundo, ya sea real o imaginario. Mediante recursos plásticos, lingüísticos o sonoros, el arte permite expresar ideas, emociones, percepciones y sensaciones». Por lo tanto, aquellos espectáculos no son artísticos, son lo opuesto al arte. El arte es creación, no destrucción.

LA TORTURA EN EL LIMBO

Las corridas de toros, las peleas de gallos y espectáculos similares se encuentran en un limbo «categórico». ¿En qué categoría podrían añadirse los espectáculos, que desgraciadamente siguen siendo legales, donde hay violencia, tortura, maltrato, incitación a enfrentamientos, apuestas a la muerte de un ser vivo, muerte de animales e incluso de personas? ¿El Gobierno tendría que crear «el ministerio de la tortura» para poder incluirlas en una categoría inventada exclusivamente para esos nefastos espectáculos? Añadirlas a las categorías que hay en las normas vigentes que el Ministerio de cultura ha dado para declarar un espectáculo como cultural o artístico sería un retroceso en la cultura de nuestro país, sería demente. Para eso tendrían que derogar aquellas leyes y normas y todo ese retroceso sería para darle gusto a la mafia que insiste en ser cultura, cuando no lo es, que insiste en ser arte, cuando nunca lo fue ni lo será.

EL FALLO DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

La tauromafia toma el fallo o veredicto que dio el Tribunal Constitucional del Perú a la demanda de inconstitucionalidad que presentamos en setiembre del 2018 contra la excepción en la 1º disposición complementaria final de la ley de Protección y Bienestar Animal, para intentar convencer de que las corridas de toros son cultura.

Eso es una falacia, ya que el fallo del TC fue dado para estipular que dicha excepción que exceptúa de la ley de protección animal, las corridas de toros, peleas de gallos y peleas de toros es «constitucional” y que, por lo tanto, debía seguir en la ley y no ser eliminada de la misma. Pero no fue para sentenciar que las corridas de toros o peleas de gallos o las peleas de toros son la cultura que la Constitución protege. El fallo dice textualmente al final de la primera hoja que es la “sentencia” (ya que lo demás son opiniones de los magistrados a favor y en contra de la inconstitucionalidad de la excepción):

“Por lo tanto en el expediente 00022-2018-PI/TC no se han alcanzado cinco votos conformes para dictar sentencia que declare la inconstitucionalidad de la disposición legal impugnada (…)” Y firma el Secretario Relator del TC.

Esto quiere decir que la excepción sigue vigente en la ley de protección animal y aquellos espectáculos de violencia y sangre siguen siendo legales en el Perú. LEGALES, pero no culturales ni mucho menos artísticos.

LAS AUTORIDADES HAN SEGUIDO SUSPENDIENDO LA REACTIVACIÓN DE LA TORTURA, NO SOLO EN LIMA

Nuestra denuncia trajo cola, pues a raíz de ésta se suscitaron más “ferias” suspendidas y permisos anulados, tanto en Lurín como en Sicaya (Huancayo), donde de nuevo anunciaban con “bombos y platillos” la reactivación de la tortura de animales en ruedos. 

— Intentaron de nuevo y se volvieron a quedar con los crespos hechos: 8 de mayo, plaza de torturas La esperanza, Lurín. El municipio les revocó la autorización, faltando pocas horas, debido a que el ministerio de Cultura no califica a los espectáculos taurinos como artes escénicas

—Lo mismo: el 15 de mayo en el Fundo Mamacona, Lurín. El municipio tampoco dio permiso por el mismo motivo: no son artes escénicas.

— Tampoco en otras ciudades: 22 y 29 de mayo, encierro y novillada con picadores en Sicaya, debido al “incremento de contagios en dicha ciudad” el municipio tampoco les dio luz verde. Pero todo en realidad es porque ellos no son artes escénicas.

— Insisten: también el 22 de mayo, novillada en La esperanza, Lurín. Les revocaron el permiso por no ser artes escénicas.

Según la página “Toros en el Mundo” de España, las autoridades en el Perú son “intransigentes” con la tauromafia al no permitirles exponer al contagio a los peruanos. Y dicen: “esos funcionarios públicos y ministros no les da la gana de reconocer que los toros son cultura” (la tauromafia en España llama “toros” a la tortura y muerte de estos animales en público y lo hace para que la gente crea que ellos lo que quieren es a los toros). No es que no les “dé la gana”, es que simplemente no son cultura en el Perú porque ya se ha dicho hasta la saciedad, las normas no consideran el maltrato y la crueldad como cultura. Y las normas son así porque en el Perú hay peruanos que deseamos que este país sea EVOLUCIONADO. EL CIRCO ROMANO PASÓ A LA HISTORIA Y QUEDÓ COMO UN MAL RECUERDO DE LOS ERRORES DE LA HUMANIDAD. LA HUMANIDAD NECESITA EVOLUCIÓN.

#TauroMafiaAbolición #PeleasDeGallosAbolición

¡FUERZA TOROS!

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