Obesidad
La obesidad es un problema asociado con una acumulación de grasa en el cuerpo del animal mayor de la que el mismo necesita para su correcto funcionamiento. Es muy común y muchas veces complica otras enfermedades, tales como artrosis, insuficiencia cardíaca, diabetes mellitus, enfermedad hepática, dificultad para respirar, etc.
Síntomas
Por supuesto, los síntomas dependerán del grado de obesidad y de si hay otras patologías concurrentes, pero típicamente incluyen: Costillas cubiertas de grasa. Un perro o gato con el peso ideal presenta costillas que son fácilmente palpables a través de la piel. Si Ud. puede ver el relieve de las costillas, probablemente él esté demasiado delgado. Pérdida de la «cintura», cuando se lo mira desde arriba. Algunos perros o gatos obesos parecen mesitas ratonas! Pared abdominal fláccida. Abdomen péndulo, (pero panzón). Bultos de grasa en la base del rabo y en las caderas. Dificultad para subir escaleras, saltar, correr o realizar ejercicio físico.
Causas
Las causas de la obesidad son muchas y complejas, pero el problema subyacente es simple: Sí, por cierto período de tiempo, el animal recibe más calorías dietarias que las que su cuerpo quema, su cuerpo acumulará grasa y engordará. Si este desbalance no se corrige a tiempo, se tornará obeso. Muchas veces los dueños tienen mucho que ver con el desarrollo de esta enfermedad. Si bien nunca conocí «dueños» que conscientemente «desearan» un perro o gato obeso, sí conocí muchos que cometen errores involuntarios que llevan a sus animales de compañía a padecer de obesidad.
Por ejemplo: No toman en cuenta la cantidad total de alimento que el animal necesita, o su condición corporal, creyendo firmemente que si el animal «pide» comida es porque está hambriento y mal alimentado. Suministran el alimento en la cantidad, calidad y frecuencia que el veterinario indica, pero agregan pequeños bocadillos entre comidas, a modo de gratificación. No se considera la cantidad «extra» de calorías que esto significa.
Un animal con anorexia (falta de apetito) es un animal que puede padecer alguna enfermedad. Muchos dueños creen que si su animal «come bien» está sano … Pero un animal con apetito insaciable NO es un animal con una salud inagotable! Es más, muchas veces el aumento del apetito (polifagia) es también síntoma de enfermedad.
Algunos perros tienen problemas de comportamiento. Por ejemplo, están los que lloran o aúllan cuando se los deja solos, u otros que ladran incansablemente a cualquiera que pasa por la calle. Para evitar estas incomodidades, muchos dueños les ofrecen comida en un intento de «distraer» al animal con algo que le sea más interesante. No proveen a su animal de suficiente ejercicio.
Pero por supuesto, hay otras causas de obesidad. Como, por ejemplo, causas genéticas, imbalances hormonales (especialmente el hipotiroidismo), castración sin la correspondiente adecuación de la dieta, etc.
Porqué nunca dejan de pedir comida? Gravedad. Sin considerar que la obesidad es un agravante de muchas otras enfermedades, de por sí empobrece la calidad de vida. Indudablemente también hay una considerable reducción en la esperanza de vida del individuo.
Predisposición
Todos los perros y gatos pueden padecer obesidad, pero especialmente los mayores.
¿Qué hacer?
Si sabe o sospecha que su perro o gato tiene sobrepeso, consulte a su veterinario. Ahora, no mañana, la semana que viene o el mes que viene. Hágalo por su engreído y también por su veterinario. Evítele el mal momento de tener que decirle que parte de la culpa es suya. El veterinario pesará al animal, posiblemente también tome algunas medidas, como el contorno del tórax, y revisará a su mascota para asegurarse de que no haya otras enfermedades asociadas y para evaluar el grado de obesidad. De acuerdo a sus hallazgos, podrá pedir algunos análisis complementarios, como urianálisis, ecografías o Rx de tórax o abdomen y análisis de sangre.
Tratamiento
En primer lugar, se tratarán los desórdenes asociados, o la causa de la obesidad en caso que ésta se deba a alguna otra enfermedad (por ejemplo, hipotiroidismo).
Luego, se concentrarán los esfuerzos en lo siguiente:
Manejo dietético: Su veterinario le indicará un plan o dieta especialmente diseñado para su mascota. Su colaboración es de suma importancia, ya que es Ud. quien debe alimentar a su animalito. La dieta mejor formulada no tiene ningún valor si por alguna razón no puede suministrarse de la forma indicada. Toda la familia debe estar totalmente compenetrada con la «dieta» y el problema que la obesidad significa. Más de una vez sucedió que una dieta fue seguida al pie de la letra por el responsable del animal, pero a los dos meses la evaluación arrojó un fracaso… porque la abuela alimentaba a escondidas al perro!
No intente reducir las calorías de la dieta de su animal por su cuenta. Corre el riesgo de provocar deficiencias en vitaminas o minerales, o algún otro tipo de desbalance.
Ejercicio: Siga los consejos del veterinario. Hemos visto que el ejercicio no es tan importante como la reducción en la ingesta de calorías, pero que asociada a una dieta adelgazante adecuada brinda grandes beneficios, especialmente en aquellos animales que disfrutan de su comida como una «gratificación». Cambiar la forma de gratificar a nuestra mascota (por ejemplo, en lugar de ofrecerle un bizcocho, ofrecerle un paseo) dio excelentes resultados y hasta su familia recuperó su silueta.
Prevención
Lo más importante, es alimentar a nuestros animales de forma racional, desde el principio, desde que son cachorros. Siga los consejos de su veterinario más que los de las compañías elaboradoras de alimentos o de la publicidad. Evite cometer los errores que cometen otros dueños y use el sentido común. Y no postergue la visita al veterinario cuando note alguna diferencia en el peso o estado de su animal.
Fuente: «Blog veterinario».
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