Historia de Michina

Historia contada por Gabi, la mamá de Michina

«Contaré la historia real de cómo Michina llegó a ser mi hija adorada. Un buen día estaba yo en un sitio donde estudio y llegaron a mi unos maullidos de gato chico desde una especie de congeladora malograda que había en el comedor de dicho sitio.Yo como siempre que escucho un maullido me dispuse a investigar. No iba a dejar a un gato, y menos chiquito, a su suerte por ahí, sin saber exactamente qué era lo que pasaba en su vidita.

Pues fui al lugar de donde provenían los maulliditos y abrí la tapa. Sí, era cierto, allí se encontraba el animalito que después sería mi bebé adorado. Tenía manchitas de todo color, lo que me hizo saber que era hembrita. Al intentar agarrarlo me di cuenta de que era un gatito huraño hasta más no poder…»Seguro será una cría de los gatos techeros que se encuentran aquí», pensé. La verdad no se cómo llegó hasta ahí, o si alguien la había puesto en ese lugar para que no fastidie…No lo sé. A veces la gente es tan mala…Pero el hecho es que la atrapé con una franela y me la llevé a otro lugar más seguro. En esa época tendría como un mes de nacida.

Más tarde cuando me encontraba haciendo «mis deberes» (como diría Bob Esponja), tuve que rescatar a un hermanito de Michina de una carpintería y antes de éste llegó a mis oídos que había otro gatito en un taller de xilografía. Pero todos eran huraños y no querían que ni los miren.

Había personas con unas ideas de dejarlos a los tres en un taller y que vivan ahí, lo que me pareció mal, pues esos talleres están llenos de peligros y con unos olores horribles y tóxicos. Aparte de que el que limpia en la mañana de repente los iba a asustar. No era sitio para criar gatitos. Seguramente su madre los dejó o ellos se perdieron por ir a investigar. Así son los gatitos.

Al final tomé la decisión de llevarme a los tres morrongos, como sea. Conseguí una caja de cartón y me los llevé a mi casa, ya allí pensaría algo. Lo peor era que no se dejaban ni tocar. La comida se las llevaba y si me quedaba quieta un rato salían a comer y a jugar entre ellos, pero si me veían se escondían por ahí. Así pasaron algunos días y los gatitos no se acostumbraban a la gente por más que yo los visitaba seguido en el cuarto de la azotea donde los puse.

Para esto hice algo horrible y que pido disculpas a todos los gatos y a los amantes de los gatos y de los animales en general, fue algo que hice por ignorancia. Para que en la noche salieran a correr y a tomar aire por la azotea les dejé la puerta medio abierta del cuarto donde ellos vivían. Al parecer creo que les llegó una corriente de aire lo que les originó una gripe fuerte. Para los gatos chiquitos y sin defensas esto es muy difícil de curar, aparte que sería casi imposible inyectarles antibióticos pues eran tan salvajes que no se les podía manipular. Sus ojitos se les pusieron llorosos y estornudaban a cada rato. Se les notaba decaídos.

Mi hermana trabajaba en un lugar donde daban cierta ayuda a los animales. Pensamos llevarlos a todos allá porque en mi casa iban a morir lentamente, ya ni tenían hambre ni ganas de jugar.

La cosa era agarrarlos. Fue dificilísimo. Estaban muy asustaditos. Al final logramos atrapar a dos de los hermanitos, pero Michina logró abrir la puerta del cuarto y deslizarse a través de un muro de la azotea que daba a una casa contigua, de ahí sería imposible sacarla.

Mi hermana se llevó sólo a los dos pequeñines que forcejeaban por salir de la canasta para transportarlos. Me daban mucha pena. Sabía que no los volvería a ver. Ya se tenía claro que si nadie los adoptaba los mandarían al cielo. Encima su salud no era buena y la curación de ésta era muy difícil.

Así fue: nunca más los volví a ver pues apenas llegaron a ese sitio el veterinario dijo que no tenían posibilidades, nadie querría un gatito que no se dejara acariciar ni nada por el estilo. Y no iban a estar encerrados pues iban a sufrir mucho. Optaron por lo que todos ya saben y que no quiero mencionar, pero que dadas las circunstancias era por su bien.


En la tarde cuando llegué a mi casa fui corriendo a la azotea a ver cómo haría para atrapar a la gatita. Y cuál no sería mi sorpresa al encontrarla en el sillón donde dormían, sentadita llorando. ¡Había regresado! Y lo mejor de todo era que su miedo a mi había disminuido. Ya no se fue corriendo como loca al verme. Se quedó quietecita y yo la acuné y la abracé. Le hice toda clase de arrumacos y ella no decía nada…

La consolé también por la pérdida de sus hermanitos. Supuse que al verse sola no le que daba otra cosa que apegarse a la gente. Y como ya no estaba tan huraña conmigo sería más fácil ponerle inyecciones de antibióticos. Y así fue. Con mi hermana la curamos y ella se acostumbró mucho a mí. La llevé poco a poco a mi cuarto y dormía conmigo y tempranito me la llevaba a la azotea para que hiciera sus cositas…

Tenía la costumbre de esconderse, pero cuando yo llegaba salía y se dejaba acariciar, lo que no hacía con otras personas. Si escuchaba pasos muy fuertes se asustaba mucho. Siempre fue muy nerviosa. Incluso cuando estaba con sus hermanitos ella era la gatita más débil y a la que no dejaban comer, yo como sea la alimentaba. Aunque ella no se dejaba ayudar mucho.

Y pasaron los días y los meses y ya no vivía en la azotea sino en toda la casa. Se hizo muy amiga de Titi, una gatita muy buena, hija de mi hermana que adoptó hacía un tiempo y era mayor que Michina. Jugaba con cucarachas, le gustaba morder los dedos, cosas que hace hasta ahora, uno de sus hobbies era robarse juguetes de niños y traerlos como regalos, así como flores amarillas; y bueno esa es su historia, pero sus anécdotas son otras mucho más felices. Próximamente las contaré».

RECUERDA:
Rescata. Adopta. Esteriliza.

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7 Respuestas

  1. Lucia dice:

    Que bonita historia de la Mechina haber encontrado una dueña q la quiere mucho y q sea feliz la Mechina.

  2. hurrem dice:

    Hermosa historia.Cuida bien a esa michina preciosa.Para Alco.-felicidades por la recuperacion de las aves en su nuevo hogar.Seguir ayudando a las fieras que no lo son tanto como nosotros.Darme la direccion vuestra para enviaros alguna ayuda o decirme como os puedo ayudar desde Barcelona (España).

  3. Rocio Castillo dice:

    Son la 01:11 am, tuve un día muy duro, hasta había perdido la fe en las personas. Gracias por compartir tu hermosa historia 😀

  4. Maria Eguiluz dice:

    No te preocupes Desire! los horrores de horrografia son perdonables y hasta bien recibidos aqui. si yo tengo esos horrores siempre jajaja!!
    saludos!! y besos a los hijos bellos.

  5. desire angeles dice:

    upppsss….. recientemente 🙁 sorry por la falta de «horrografia»

  6. desire angeles dice:

    linda se le ve a gaby con la michina en brazos, es la ternura mama-hijo ke muchos no ven, hermosa historia, y ahora ke casi resientemente soy mama de gemelos gatunos (kuko y keko) entiendo lo bellos y amorosos ke son los michisss

  7. Rano y ardilla dice:

    Esa gaturra era bien antipatica, me quitaba mis juguetes y un dia cuando me encontraba bañandome en una tina en la azotea, me robo toda el agua…por eso agora esta en una nube esponjosa desde donde salta hacia la nube ajena para ver que roba…gata piraña

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